La versión en inglés del diario oficial chino, el ‘Global Times’, confirmó en una editorial publicada este martes, los avances en las negociaciones con el Vaticano para establecer las relaciones diplomáticas, algo que sucederá “tarde o temprano”, y destacó “la imagen positiva” de Francisco en el país asiático
“El acuerdo entre Beijing y el Vaticano, de ser aprobado, sería tremendamente beneficioso para los católicos”, precisó la editorial del periódico oficial chino, en un marco de versiones sobre un inminente acuerdo entre ambos Estados para establecer un vínculo bilateral interrumpido en 1951.
“Beijing es paciente en sus negociaciones con el Vaticano, apegándose a sus principios mientras maneja las diferencias. A pesar del difícil proceso, el gran número de los católicos de China nunca ha estado en contra del Vaticano. El público chino generalmente respeta a cada Papa”, añadió el periódico.
China y el Vaticano, según versiones diplomáticas, podrían firmar en los próximos meses un acuerdo para las designaciones de obispos, en un marco en el que el país asiático conviven una iglesia “legal”, ligada al Partido Comunista, y una que responde a Roma.
“Beijing y el Vaticano establecerán relaciones diplomáticas tarde o temprano. Creemos que los diplomáticos de Beijing pueden manejar bien las negociaciones, teniendo en cuenta el interés nacional y las creencias religiosas de los católicos”, agrega la editorial de este martes.
Además, en un giro histórico, el “Global Times” destaca con fuerza la imagen de Jorge Bergoglio, el principal impulsor de la normalización de lazos con el país.
“El Papa Francisco tiene una imagen positiva con el público chino. Se espera que impulse las relaciones entre China y el Vaticano y resuelva los problemas relacionados con su sabiduría”, agregó el diario.
El secretario de Estado del Vaticano Pietro Parolin afirmó que el papa Francisco “sigue personalmente” las conversaciones con China para la normalización de relaciones y, en respuesta implícita a las críticas del cardenal de Hong Hong de una falta de liderazgo, planteó que “todos sus colaboradores actúan en sintonía” con el pontífice.